viernes, marzo 31, 2006

EL BAMBÚ

BUENOS AIRES 31 DE MARZO DE 2006

Aprovechando los días de vacaciones, me puse a revisar algunas notas que había dejado para leer en mejor ocasión, encontré una que me parece muy provechosa.-
Relata una rareza que posee la fecundación del bambú Japonés, Una vez sembrada la semilla, fertilizada, y asistida con toda dedicación, luego de transcurrido un mes, dos, seis, un año, no se observa ningún progreso en la germinación, esto hace pensar que las semillas que compramos son infértiles. En realidad no se produce ningún cambio durante siete años.-
Transcurrido este tiempo y en seis semanas, el bambú alcanza una altura de mas de treinta metros. Tardó siete años en crecer y solo seis semanas en desarrollarse. Durante los primeros siete años, consolidó las raíces que luego le permitirían soportar semejante altura.-
Realmente podemos decir que cultivar esa variedad de bambú, requiere de una enorme paciencia. Quizás la misma que se necesita para concretar muchos proyectos que solemos abandonar súbitamente, por el desasosiego, la angustia y la inquietud que nos acosa, justamente cuando talvez estarían por concretarse.-
MAP

martes, marzo 28, 2006

Para tener en cuenta: "EL BAMBÚ"

  • Durante mis vacaciones, dediqué parte de mi tiempo a leer textos que fuí juntando durante el año, entre ellos encontré esta curiosidad que pone en evidencia las actitudes que permiten, muchas veces, que los humanos, seamos víctimas propicias de la impaciencia.-
  • Una extraña característica de la naturaleza, transforma al bambú japonés en algo "no apto para impacientes". Sembramos la semilla, abonamos la tierra, la regamos, es decir cuidamos de hacer todos los pasos necesarios para lograr un resultado, no sucede nada significativo. La realidad es que no sucede nada de nada durante los primeros siete años. Un hecho que hace pensar que las semillas que compramos son infértiles. Pero durante el séptimo año y en apenas seis semanas, la planta de bambú "crece mas de treinta metros".-
  • Durante los primeros siete años, la planta consolidó raíces que le permitirían sustentar el crecimiento que tendría transcurrido ese primer período. Es decir, durante siete años la planta creció, en seis semanas se desarrolló.-
  • Cuan útil nos resultaría imitar este ejemplo de la naturaleza, reemplazando la ansiedad, el deseo de soluciones rápidas, triunfos apresurados, si no comprendemos que el éxito, es el resultado de un crecimiento interno que, sin duda se logra solamente con tiempo y perseverancia.-
  • Muchas veces, por desgracia, la impaciencia de los que aspiran a obtener resultados en el corto plazo, los lleva a abandonar justo cuando estaban por lograr el éxito tan ansiado.-
  • El ejemplo del bambú, nos hace pensar que solamente la perseverancia, prueba y error, una gran cuota de paciencia, aprender nuevos hábitos y descartar otros,nos lleva a consolidar nuestro futuro y el futuro de nuestros hijos.-
  • Perdemos la fé y somos capaces de abandonar nuestros propios sueños cuando los resultados no se dan, en el tiempo y en la forma en que esperabamos.-
  • Si no consigue lo que esperas, no desesperes, tal vez estes echando ráices.-
  • La impaciencia nos envenena el alma.-

MAP