lunes, junio 05, 2006

Buen politico no es sinonimo de buen dirigente

Es interesante hacer un análisis, sobre la actitud de algunos destacados hombres públicos argentinos que demuestran tener una gran habilidad para la gestión política, pero una impericia total para elegir y conducir colaboradores eficientes, una vez concretado su ascenso, siendo esto causa frecuente, de sus fracasos, en su transito por el poder.-
El éxito en la gestión política, queda demostrado porque, de lo contrario, no habrían accedido a los puestos relevantes que ocuparon. Queda demostrada, una gran habilidad para conquistar aliados que ayuden a remontar la cuesta a los cargos apetecidos.-
Tenemos un universo de ejemplos, demostrando que la ambición de numerosos personajes, no estuvo, ni esta alimentada, por el deseo de ser útiles y servir a la sociedad de la cual provienen, por el contrario, responde a una cuestión puramente “pancista” de satisfacer un gran egocentrismo personal.-
Esta hipótesis, queda expuesta por un simple hecho. En la mayoría de los casos los “lideres” autóctonos, una vez alcanzados los estamentos ambicionados, difícilmente van a querer rodearse de colaboradores, cuya capacidad, sea superior a la propia ya que esto les causa, sin ninguna duda, un temor viseral de tener al “enemigo en casa”. Por lo que queda establecido que, “ningún colaborador inmediato puede demostrar tener mayor capacidad, pensar distinto o tener ideas mas brillantes que su jefe”.-
Actitud, por demás egoísta, cierra un círculo, que determina una calidad de conducción totalmente personalista, que nadie, con sentido común, puede pretender ya que, resulta imposible que una sola persona reúna el sumun de los conocimientos, definiendo además, una limitada calidad en el producto final.-
Llegamos a la conclusión que, colaboradores con gran capacidad intelectual y vocación de servicio, no son aptos para desempeñar puestos públicos, ya que ponen en peligro la estabilidad de los “capacitados” lideres políticos” elegidos por el pueblo.-
Ser un excelente político, no es sinónimo de ejecutivo eficiente. Si, lo puede llegar a ser, aquel que utiliza su inteligencia para seleccionar, con gran amplitud y visión, a los mejores colaboradores que le ayuden a ejercer con excelencia, el cargo para el que fue elegido. La administración, en última instancia, resulta ser la función más importante, de alguien que asume la conducción de una nación.-
El puesto sobrelleva no solamente el control de los dineros del pueblo, administrar significa planear, ejecutar y controlar, la forma el uso y explotación de las fuentes naturales, cuidar los recursos, el medio ambiente, la salud, educación y seguridad del pueblo, proponer al congreso, los proyectos adecuados para el progreso de la nación, representar a esta con dignidad y decoro, Y SER HONESTO etc. etc.-
Las tareas y responsabilidades, son tan variadas que solo pueden llegan a obtener el rotulo de líder o estadista, aquellos que saben elegir a sus colaboradores.-
El “amiguismo” no es el mejor camino para lograr buenos resultados.-
John Stuart Mill: Decía que la democracia, “guarda en si misma los recursos para superar sus propias falencias, ya que la libre discusión y la participación en los asuntos públicos, son la manera de hacer a los ciudadanos mas racionales y capacitados”.-
“Hay dos peligros que amenazan a la democracia: Uno, el peligro de la opresión de las minorías, por una mayoría manipulada por demagogos. Otro el dominio de la “opinión publica” que conduce a la uniformización y a la mediocridad”.-