Es decir que, los únicos beneficios que obtiene el país anfitrión resultan de mostrar en vivo en directo y parcialmente las bellezas naturales, la arquitectura, su gastronomía, tal vez y solo tal vez, algunos aspectos de su cultura, etc. Pero con estos resultados posibles que en definitiva, no dejan de ser solo aspectos turísticos, ¿debemos invitar y tomar la responsabilidad de la seguridad y el cuidado de tamaños personajes?.-
Llegamos a la conclusión de que los beneficios sociales que dejan estas costosas giras presidenciales, y sus daños colaterales, son puramente turísticos y no provienen justamente de reunir a personajes tan encumbrados. Por el contrario, las ventajas tienen su origen en los grupos de periodistas y demás componentes modestos y anónimos que forman las comitivas y que por tal condición tienen oportunidad de conocer realidades, que son ignoradas por los qué justamente tienen poderes de decisión. Estos, por razones de seguridad, viven aislados en una burbuja impenetrable y escuchándose a si mismos, ya que en general, pretenden obtener solamente sus propios objetivos.-
Podemos deducir que los mismos beneficios para el anfitrión, se obtendrían invitando anónimamente solo a los periodistas y a todos los personajes secundarios, con mucho menor riesgo de incidentes o atentados y a un costo muy inferior.-
Merece especial mención el hecho de que luego de tantas fatigas y sin sabores, según una experiencia muy reciente, se corre el riesgo de que al final de las reuniones no se llegue a ningún resultado práctico “como dice mi abuela, casi fue todo AL DIVINO BOTON”.-
Con los personajes VIP propongo hacer videoconferencias. Cada uno en su casa y en pantuflas, sin riesgos y sin costo para nadie, con la firma electrónica para rubricar los documentos finales (si se logran).-
Si lo desean, con costos a cargo de ellos, se los puede invitar a conocer el país cuando cesen en sus mandatos.-
MAP
